Bizcochitos de manzana y canela

Hace meses me uní a un grupo de Facebook, que se llama Paleo Spain.
Es genial pertenecer a una comunidad en la que sentirte comprendido y apoyado en los momentos díficiles: hay gente con un conocimiento increíble acerca de nutrición y deporte que responden a dudas de otros miembros, personas que necesitan apoyo para hacer su primer ayuno intermitente, otros publican recetas, incluso personas que no saben como hay llegado al grupo ni qué es la dieta paleo.
No siempre estamos todos de a cuerdo. Unos pertenecen a la Paleo Poli y consideran una aberración la existencia del pan paleo, y otros somos un poco más relajados, e incluso nos bebemos un vino de vez en cuando. Pero en general, hay armonía.
Hace poco, uno de los miembros se quejaba “amargamente” de que sus clientes habían entendido mal el concepto de dieta paleo, y se pasaban el día adaptando postres clásicos a la dieta paleo:

Estoy de acuerdo con él en que es un error muy común pensar que si un plato es paleo, no engorda. Lamentablemente no es así, ya que hay alimentos como la fruta, la miel y los dátiles, que entran dentro de las directrices paleo, pero es recomendable moderar su consumo si tu objetivo es perder peso.
Si hay algo que me gusta del Whole30, es que durante los 30 días que dura no puedes “paleolizar” recetas como brownies, pizza, helados, etc. ¿Por qué?
- Un pilar básico de la dieta paleo, es tener una relación psicólogica saludable con la comida. No uses la comida para recompensarte porque has tenido un mal día o porque lo has tenido muy bueno. Si recurres a menudo a muffins o bombones, por muy paleo que sean, no romperás del todo esa relación insana con la comida.
- Los postres paleo están ricos, sí, pero no saben exactamente igual que la receta tradicional, por lo que es posible que tu cerebro se quede insatisfecho, con lo que no se completa el circuito de recompensa que buscamos al comerlos.
Y así, es fácil que dentro de poco tiempo, pases por delante de una panadería, huelas el azúcar y pienses: “Por un día no pasa nada”.
Ahora bien, si ya eres consciente de que NO puedes alimentarte a base de postres paleo:
- ¿Por qué no prepararte un pequeño dulce “paleolizado” de vez en cuando?
- ¿Qué hay de malo en hacerse un pan bajo en hidratos para untarlo con un poco de tomate y jamón ibérico?
- Para incluir proteínas, grasas e hidratos en el desayuno, ¿por qué no ser creativo y en lugar de un filete con verduras a la plancha para desayunar, preparar unas minipizzas de berenjena?
Y en lugar de comer una tortilla, un puñado de frutos secos y una manzana, ¿por qué no dejar preparadas unas galletas caseras el día de antes y no tener que andar pensando que coger de la nevera?
Ingredientes (ocho galletas):
- 2 manzanas golden pequeñas.
- 1 y 1/2 taza de harina de almendra (1 taza de almendra = 120 gr. Para esta receta 180 gr.)
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- 1 huevo
- 1/2 cucharada sopera de bicarbonato
- 1 cucharada sopera de canela
- 1 cucharadas sopera de miel (opcional)
Preparación
- Pela y corta las manzanas en cuadraditos (quitándo el corazón).
- Ponlas en una batidora de vaso junto a la canela y bate hasta que quede bien picadita y no queden pedazos grandes.
- En una olla, pon las manzanas picadas con la canela a fuego medio hasta que haga chop chop, para que se ablande.
- Precalienta el horno a 180ºC.
- En un bol, bate el huevo junto con la miel y el vinagre de manzana.
- Añade la harina de almendra y mezcla bien con lo los ingredientes líquidos.
- Vierte la manzana en el bol cuando esté lista la manzana y remueve bien hasta que se forme una pasta que sea moldeable con las manos.
- Si tienes una cuchara especial para helados si tienes en casa, si no, con una cuchara sopera normal, coge un poco de masa y haz una bolita y colócala sobre un papel vegetal en una bandeja/rejilla para horno.

- Hornea durante 20 minutos hasta que se dore la superficie.
- Espero que te guste la receta 😉

